El Gobierno Vasco ha apostado decididamente, en las últimas décadas, por mejorar y modernizar los servicios públicos, siempre con la ciudadanía en el centro de su actividad. El resto de instituciones vascas también están trabajando en este camino.
Las continuas transformaciones, cada vez más profundas, tienen, entre otras consecuencias, un impacto directo en la relación entre la ciudadanía y las administraciones públicas, lo que hace imprescindible la colaboración.
Esta colaboración se ha hecho aún más importante a la hora de dar respuesta a los efectos de la pandemia en los ámbitos sanitario, social y económico. La invasión y la guerra en Ucrania ha dificultado más la situación, no sólo desde el punto de vista humanitario, sino también por su fuerte impacto en el aspecto económico y social, lo que ha puesto a prueba la propia tecnología. Es el momento de reflexionar, redefinir prioridades y trabajar aún con más ahínco.
Tal y como se recoge en el Programa de Gobierno, hoja de ruta de nuestra acción como Ejecutivo, más allá de la mera modernización de la Administración, es necesario abordar una nueva etapa, que promueva su rediseño para responder mejor a las nuevas demandas y exigencias de la ciudadanía.
Vivimos en una sociedad y unos tiempos líquidos, adoleciendo de un individualismo cada vez más presente, lo que incide, directamente, en una forma de vida cada vez más cambiante y efímera. Todo tiene fecha de caducidad. Es, por lo tanto, especialmente importante la capacidad de adaptarse y reinventarse, constantemente, sin perder de vista que, en este contexto líquido, la Administración debe mostrar su solidez y su determinación para trascender al contexto al que se enfrenta y ofrecer fiabilidad y certezas a la ciudadanía. Además, en paralelo, debemos seguir avanzando en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
Para ello, y siempre con la ciudadanía y el servicio público en el centro de nuestra actuación, el Gobierno Vasco elaboró y aprobó una hoja de ruta que diera respuesta a muchas de las iniciativas recogidas en el programa de gobierno: esta hoja de ruta la bautizamos con el nombre de Ardatz 2030, el Plan Estratégico de Gobernanza, Innovación Pública y Gobierno Digital.
La necesidad de una mejora continua de la administración pública y su adaptación a las cambiantes circunstancias de la sociedad a la que sirve están por encima de los límites de las legislaturas. Por eso, las políticas orientadas a este objetivo deben tener una visión a largo plazo, estar por encima de los ciclos políticos. De hecho, sólo con un esfuerzo constante se pueden obtener resultados significativos.
Estamos en los inicios. El Plan ha sido elaborado en auzolan y en auzolan deberemos desarrollar todos los objetivos y retos recogidos en el mismo, teniendo como objetivo el bien común.
Estos tiempos convulsos no pueden ralentizar nuestra apuesta por la digitalización y modernización constante de la Administración Pública. Tenemos que ser capaces de adaptarnos a estas circunstancias, juntas y juntos, colaborando para aprovechar las posibilidades que Europa nos aporta para la financiación de nuevos proyectos. Estoy segura de que, paso a paso y cogidos de la mano, en sintonía con la filosofía de la Metrópoli y poniendo en el centro a la ciudadanía y sus necesidades, seremos capaces de llevar a cabo la transformación de la administración vasca. Estamos preparadas y preparados para abordar el reto. Elkarlana da bidea.