Hoy contamos con… Itziar Epalza

Tecnologías para poner a las personas en el centro de las ciudades

Hablar de tecnología y sus avances es hablar de cambios en los modelos productivos y en la cultura empresarial, de nuevas herramientas para mejorar el aprendizaje, de instrumentos para mejorar la salud y fomentar el envejecimiento activo, de una mayor cercanía entre las administraciones públicas y las personas, y de una redefinición de las relaciones sociales. Pero también, y a veces puede pasar desapercibido, es hablar de los muchos cambios que pueden experimentar las ciudades, y que de hecho ya están experimentando, para mejorar los muchos servicios que ofrecen. En definitiva, para poner a las personas en el centro. Las ciudades y las personas que las habitan deben estar preparadas para aprovechar lo que esos avances tecnológicos pueden suponer.

El volumen de tráfico en distintos puntos de la ciudad, el grado de contaminación ambiental, la ocupación en los aparcamientos públicos, los niveles de contaminación acústica o la información actualizada sobre los tiempos de espera en el transporte público son sólo algunas de las muchas variables que se pueden medir en una ciudad que, gracias a la tecnología, forman ya parte del paisaje cotidiano.

Pero aún hay muchos otros aspectos de la vida en la ciudad que son susceptibles de medida y de mejora para, en última instancia, mejorar la experiencia de quienes habitan las ciudades o de quienes las visitan. El futuro de las áreas metropolitanas serán territorios interconectados e inteligentes donde el mapeo de las infraestructuras, tanto físicas, como virtuales, resultará crítico. La trazabilidad de la información, su integridad y accesibilidad será imprescindible para asegurar la confianza entre ciudadanía, empresas e instituciones.

Y todo esto va a ser posible gracias al avance de herramientas como el Internet of Things (IoT) para captar información sobre el ecosistema, la robotización para la prestación de ciertos servicios, el Blockchain para la detección del fraude y la garantía de un uso adecuado de la tecnología, la inteligencia artificial y el big data para la recopilación, gestión y análisis de los datos, y la toma de decisiones en base a la información que éstos aportan. Incluso el reconocimiento biométrico tiene su aplicación en la mejora de la calidad de vida en las ciudades, permitiendo detectar las emociones en puntos concretos de las urbes. Y la realidad virtual, y en concreto la realidad aumentada, están también llamadas a ser claves en mejorar la experiencia en las ciudades, proporcionando acceso a información actualizada sobre cualquier aspecto de interés para el turismo o para el día a día.

Pocos escenarios como las ciudades ponen tan en contacto la ciencia con la sociedad, con los objetivos sociales y los retos humanísticos que están en la base misma de todo avance científico: en última instancia, mejorar la calidad de vida de las personas.

Las ciudades del futuro están llamadas a ser un ecosistema de innovación en el que convivan la cultura de compartir y las bases de la innovación en abierto, en el que aporten agentes tan diversos como las administraciones públicas, el sector empresarial, los centros tecnológicos, las start-ups y las aceleradoras de empresas.

La tecnología es imparable, y por eso, como territorio, es necesario mantener el pulso y la disposición para seguir investigando en ciencia y tecnología, para poder ser una sociedad más permeable ante el progreso y los nuevos retos que se planteen en este ámbito, y para adoptar estos avances con seguridad jurídica y garantizando la igualdad de oportunidades en el acceso a estos beneficios.

Por eso, pocos espacios como las ciudades para mostrar la relevancia social de la investigación científica y de los avances tecnológicos. Para transmitir la vocación investigadora que, a lo largo de los siglos, nos ha hecho llegar adonde estamos, y que está llamada a muchos otros avances. Para despertar, en definitiva, esas nuevas vocaciones que tanto pueden enriquecer nuestro escenario investigador.

 

Itziar Epalza Urkiaga

Directora General

Red de Parques Tecnológicos de Euskadi