Hoy contamos con… Marta Alonso

Retos y oportunidades de la IA en el mercado laboral

Desde la aparición de la inteligencia artificial hemos visto cómo esta avanza a pasos agigantados, tanto es así que parece que no tuviera límites. Esta revolución tecnológica está transformando una multitud de ámbitos: la salud, el transporte, la banca, los procesos industriales… cambiando nuestras vidas y alterando la normalidad de lo cotidiano.

Interconectividad, digitalización y automatización de los procesos, inteligencia artificial, gestión de datos, hiperespecialización o sostenibilidad. Tantas son las innovaciones tecnológicas que acontecen, que es un hecho: el mundo está evolucionando a una velocidad apabullante. Prueba de ello es que nuestras ciudades también están cambiando y ha nacido el concepto de smart city. La implementación de tecnologías inteligentes en áreas como el transporte, la gestión de datos y los servicios urbanos está mejorando la calidad de vida en las ciudades. Varios ejemplos son la implementación de sistemas de IA en la gestión del tráfico urbano para optimizar el flujo de vehículos, algoritmos aplicados a la seguridad ciudadana para permitir una respuesta más rápida y eficiente ante situaciones de emergencia, o cómo la IA está facilitando la transición hacia la energía renovable en las ciudades, mediante la predicción y optimización del consumo energético. En 2023, Bilbao ha vuelto a ser reconocida como la ciudad más inteligente de España, ocupando el puesto número 27 del Smart City Index por su implementación de tecnología inteligente en el entorno urbano para mejorar la calidad de sus servicios y, por ende, la vida de sus ciudadanos.

Para percibir el alcance de estos avances es suficiente con echar la vista atrás y pensar en cómo eran las relaciones interpersonales hace 10 años, cómo se organizaba un viaje, cómo se relacionaban las personas con su banco, cómo se compraban los regalos de Navidad… Incluso muchos otros aspectos más de la vida están hoy integrados en las pantallas de los dispositivos inteligentes. Según el último informe del Foro Económico Mundial sobre el Futuro del Empleo, para el año 2025 la digitalización habrá propiciado la creación de 97 millones de nuevos empleos, en los que prevalecerá el conocimiento en temas como análisis de datos, informática en la nube, inteligencia artificial o desarrollo de software.

De hecho, dentro del mercado laboral ya son muy demandados los perfiles profesionales que combinan conocimientos informáticos con otras disciplinas, tales como la programación enfocada a la medicina o analistas de datos especializados en el sector turístico o jurídico. Sin embargo, con la transformación digital se prevé que baje la demanda de puestos de trabajo en las áreas de atención al cliente, administración, auditoría o contabilidad. No obstante, en ningún caso se vaticina una destrucción masiva del empleo, sino una profunda transformación.

En todos los sectores de aplicación de la IA es importante destacar que la creciente adopción del mundo digital es una oportunidad, y ni tiene ni debe desplazar a las personas. Según el informe Ética IA, un reto estratégico para las empresas y la sociedad elaborado por la Fundación SERES, la inteligencia artificial se puede considerar como una tecnología transversal con capacidad para aplicarse a casi cualquier sector de actividad económica y social.

La Inteligencia Artificial se posiciona como una herramienta al servicio de los seres humanos, pero como toda innovación revolucionaria es un arma de doble filo y también tiene sus sombras. El estudio recientemente publicado por la ONG norteamericana National Bureau of Economic Research How do Workers and Households Adjust to Robots? Evidence from China concluye que en China, el país más avanzado en digitalización y robotización, se reduce la probabilidad de una persona de estar empleada en un 7,5%, disminuye su salario por hora en un 9% y esta misma persona tiende a trabajar un 14% más. El perfil de trabajadores más castigado son los hombres de edad avanzada con bajo nivel educativo. Las estimaciones de la OCDE apuntan a que más de 1.000 millones de empleos, casi un tercio de todos los empleos en todo el mundo, sufrirán algún tipo de transformación debido al impacto de la tecnología.

Por nuestra parte en BBVA, la transformación fundamental, sin duda, debe venir por parte de la formación. En este sentido, el ya citado informe del Foro Económico Mundial define las soft skills que cobran mayor importancia en la búsqueda de empleo: el pensamiento analítico, la innovación, el aprendizaje activo o la creatividad. En los distintos ámbitos académicos es importante adaptar las distintas disciplinas a los cambios de necesidades en el mercado, pero también por parte de empresas y entidades es necesario facilitar a los trabajadores la adaptación a los cambios mediante la formación continua.

Debemos mantener en nuestro horizonte que el mundo está evolucionando, y nosotros debemos crecer de la mano con estos avances. La revolución acarreada por la inteligencia artificial es el preludio de una transformación transversal en nuestra forma de vivir que seguirá desarrollándose en los próximos años, y empresas como BBVA trabajamos cada día para estar preparados.

Marta Alonso

Directora Territorial Norte de BBVA